jueves, 8 de septiembre de 2011

Capitulo 1

Bueno, siento haber tardado pero aquí esta el primer capitulo, hay quien dice que es un poco hot pero para mi no lo es así que solo me queda decir que lo disfrutéis



Era una noche maravillosa, la luna, las estrellas, velas y el chico de mis sueños, Arco, mi valiente guarda espaldas . ¿Quién me iba a decir a mi que me enamoraría de un vampiro? Bueno y también...¿quién me iba a decir que soy duquesa? La verdad es que aunque mi bisabuelo se portara mal conmigo hasta el punto de querer matarme dejarme el patrimonio ha sido muy buena idea.

Era la noche, nuestro aniversario, ya llevábamos dos años juntos, nos merecíamos estar aunque fuera poco tiempo a solas y sin correr ningún peligro, nos lo estábamos pasando genial, ¿no es increíble que hasta en el mismo infierno se puede estar bien si la persona con la que estas significa mucho para ti?

- Mira, esa es la osa mayor.
- ¿Cuál?
- Esa- dijo señalando una estrella con nuestras manos unidas apuntando al cielo.
- No sabía que te gustara la astronomía.
- Hay muchas cosas que no sabes de mí.
- ¿Como qué? Creo que te conozco bastante bien teniendo en cuenta que llevamos dos años juntos.
- Pues por ejemplo el asunto de mis padres.
Le puse una cara de "que me estas contando" , después d una carcajada siguió contando su historia.
- Mis padres eran condes  y cuando murieron me dejaron a mi el patrimonio pero como era menor lo lleva el abogado hasta los dieciocho. A partir de entonces deje de ser el favorito de mis tíos.
- Por eso viniste aqui,¿no quisieron adoptarte? Vaya familia, y me quejo de la mía.
- Si son un caso perdido. Para ellos mi convertí en un estorbo, un impedimento, si yo hubiera muerto junto con mis padres todo el patrimonio sería para ellos.
- No me hagas mucho caso porque yo de eso no entiendo mucho pero creo que a los tutores les dan una parte por cuidarte ¿no?
- Si igual si pero eso y que me echaban la culpa de su muerte..... créeme cuando te digo que estoy mejor aqui contigo que allí.
- ¿Dónde es allí?
- Stratford
- ¿Es un lugar bonito?
- Si, te encantaría.
- Podríamos ir allí algún día.
- Cuando quieras, ya tenemos dieciocho, legalmente podemos hacer lo que queramos.
- ¿Podemos ir de vacaciones?
- Claro, así puedo aprovechar y llamar al abogado por eso del patrimonio. Ya nos estoy imaginando yo duque y tu condesa, dios.
- ¿Qué pasa?
- Parece una película.
- La verdad es que si jajajaja una de vampiros jajajaja.
- Si de vampiros. - dijo mordiéndome el cuello.
- ¡Arco!- exclamé pegandole un porrazo en el hombro derecho.
- Vale ya me paro.
- Bueno hablando de lo de Stratford, estas segura de querer ir, digo no echaras de menos a Marta o a Mateo.
- Si, nos iremos solos.- dije poniendo una cara de triste.
- No estaremos solos nos tendremos el uno al otro - dijo mientras se iba acercando a mí.
- No.- dije separandome.
- ¿Qué?- dijo sorprendido. ¿No quieres un beso? ¿ hice algo mal?
- No dije no por eso, me refería a estar solos ¿que va a pasar con ellos? Marta es mi mejor amiga, nunca nos separamos, y lo mismo te pasa a ti con Mateo.
- Bueno siempre que quieran ellos se pueden venir pero yo me esperaba irnos a vivir solos ya sabes... en plan pareja.
- Sea más divertido si estamos todos juntos ¿no crees?
- Si tienes razón.
-¿Cuando no la tengo?
- Pues nos iremos el viernes.
-¿El viernes? Eso es pasado mañana, ¿no es demasiado pronto?
- No es muy complicado coger los billetes, recoger las cosas e irnos.
- ¿Como murieron tus padres?
-¿Qué?
-Que como murieron, yo te conté lo de mis padres pero tu solo lo dijiste por alto, a mi me ayudó contarlo y creo que te vendrá bien hablar del tema.
- No me es fácil hablar de ello.
- Por eso ábrete.
- ¿Ahora eres psicóloga?
- Soy tu novia y me preocupo, Arco porfa háblame de ello. -Le dije poniendo pucheros.
- Como sabes que no me puedo resistir a tus pucheros- me dijo mordiéndome el labio- eres mala Maya, muy mala.
- ¿Me vas a castigar?- dije alzando una ceja y con una voz sensual. Me puse encima suya y le agarre del cuello.
- No, me gustas más así, - dijo sincero.- siempre he sabido que tenías una pizca de maldad en algún lado.
Esto no me lo esperaba, me quede petrificada y cuando me quise dar cuenta habíamos intercambiado los papeles, ahora era yo la que estaba contra el suelo.
- ¿Qué ya no quieres seguir siendo mala?
Me agarró las manos y las entrelazo poniéndolas por encima de mi cabeza, enredó nuestras piernas y se acercó lentamente a mi cuello.
- ¿Creí que te gustaba siendo bueno?
Escuche una risa que me erizó los pelos del cuello.
- A mi me gustas tu, toda tu. Me da igual si eres buena o mala, aunque .... pensándolo mejor te prefiero mala - esto último me lo dijo por lo bajo en la oreja cosa que hizo que un mar de mariposas se posaran en mi estómago, seguido subió su rostro y me besó pero luego no se separo sino que juntó nuestras frentes.

Me estaba acalorando, Arco me seguía besando y cada vez eran más hambrientos sus besos. En uno de estos noté sus colmillos y los roce con la lengua haciendo que se estremeciera. Me hizo subir el rostro con el dedo en mi barbilla y me mordió en el cuello. Cada beso, cada mordisco que me daba no era más que una muestra de lo que podía hacerme sentir, cada roce parecía que estaba en el infierno.
Esperaba anhelante que subiera su rostro y me besara, cuando lo hizo no pude reprimir un gemido cosa que produjo una sonrisa de su parte y un mordisco en mi boca.

De repente se empezó a separar, pero yo no quería, me gustaban esos besos que me hacían enloquecer, por lo que me zafé de su agarre, lo atraje a mi por el cuello y le bese. Hubiéramos seguido de no ser porque su teléfono empezó a sonar.
- Mierda...-dijo descolgando- ¿si?... ¿quién?...  vale, ahora voy.- contestó levantándose y ayudándome a mi.
-¿Quién era?
- El director.
-¿Porque tiene tu teléfono?
- Lo miraría en los archivos. Dice que hay un hombre preguntando por mí, también me ha dicho que es un abogado.
-¿ohm? Qué casualidad ¿no?
- Ya te digo pero hubiera preferido que no me llamara. -dijo acercándome a el y abrazándome por la cintura.
- ¿Por?- dije poniendo cara de duda falsa por supuesto pero que valió para que picara en el anzuelo.
-Por esto- me besó en el cuello- me lo estaba pasando muy bien- dijo frotándose contra mi haciéndome sentir lo bien que se lo estaba pasando y a su vez consiguiendo que me enrojeciera.
-Ya veo ya.
- Vamos no me digas que no te lo estabas pasando bien porque no es verdad, o no eras tu la que hacía esos ruidos- dijo acercándose más si era posible, quedándonos ea escasos milímetros de mis labios- que  me hacían enloquecer queriendo escuchar los más a menudo.
Si era posible me puse más colorada.
- Si, he acertado- dijo con tono superior.
Yo no podía separar mis ojos de los suyos, parecía que me atraían hacia su interior, que me pudieran tragar como un agujero negro. Verde el color de la naturaleza, el que puedes encontrar en todos sitios pero en sus ojos era distinto.

Iba a protestar por lo que había dicho pero antes de que pudiera decir nada me dio un tierno beso, recogió las cosas y nos fuimos de la mano.

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