viernes, 14 de junio de 2013

capitulo 9 parte 2


Ya estoy de vuelta y prometo acabar de subir el libro jajajjjajaja ya no habrá interrupciones. Sin más dilación el capítulo número 9 parte 2 de Diferencias.

- Aún hay personas que afirman verlo en la espesura del bosque.
- Vaya que leyenda más... más- dice Maya
- Extraña -dijo Marta
- ¿Extraña?¿porque dices eso?
- ¿Porque el lobo ayudó a la niña?
- Los lobos cuidan de sus cachorros y al ver a la niña igual pensó en que era uno de sus cachorros.
-¿Como sabía donde vivía?
- Seguiría el rastro del olor.
- Puede ser pero que me dices de la historia en si, no creo que el padre al ver a su hija con un lobo no le hiciera nada a este.
- Que quieres decir.
- Pues que un padre la hubiera agarrado y habría asustado al lobo, no le hubiera hecho una estatua.
- Tiene razón- dijo Mateo
- Cierto-dijo Maya.
- Esta historia paso hace mucho tiempo, en ese entonces los animales eran seres sagrados, que uno apareciera en tu puerta era buena señal. La gente que maltrataba o atacaba a un animal del bosque era mal visto en el pueblo.
- Lo que tu digas, pero yo no me lo creo.
- no es por nada pero la leyenda de la playa también es rara y yo no me puse a negar todo lo que dijiste ¿o si?
- No pero..
- Pero nada Marta, este es mi hogar y esa es la leyenda. Más te vale no hablar así de ella delante de la gente de aquí porque eso no les gusta.
- Arco tranquilo, solo es una leyenda.
- Para mi no ¿vale?.
-Vale.
- Valeeee, ¿que narices pasa hoy ?- dijo Mateo
- A que te refieres no pasa nada. - dijo Arco
- Nooo a penas, casi me muerdes.- dijo Marta
- Vale ya, dejad de discutir queréis, parecéis niños.-dijo Maya.
- La niña es ella yo solo he hecho lo que queríais.
- Yo no soy la niña aquí, yo no me vuelvo loca por una tontería.
- Qué quisiste decir con eso.
- Por favor, casi matas al pobre chaval por mirar a Maya.
- ¿a qué viene eso ahora?
- ¡He dicho que vale!- gritó Maya
- Me voy a casa.- dijo Arco enfadado
- te acompaño- dijo Mateo.
- Mujeres.- susurro Arco
-Te he oído- dijo Maya.- lo mismo podría decirse de los hombres.
- Vaya oído fino, y eso que lo susurré.
- Ya te digo me costó oírlo hasta a mí.
Los chicos se van en sus vehículos.
- Oye Maya, que tal si vamos de tiendas.
- Me parece bien, así nos despejamos un poco.
- Ok, iré a avisar al chico del restaurante...¿Como se llamaba?
- No lo se, en la tarjeta no lo pone.
- Bueno pues se lo preguntaré por ti.
- Ni se te ocurra, Arco se pondrá furioso si el chico se hace ilusiones y lo sabes.
-Detenme si puedes.- dijo mientras corría hacia el restaurante.
No pasaron ni tres segundos cuando Marta vuele a aparecer con el chico.
- Maya, este es nuestro guía Mario.
- Hola de nuevo Maya.
- Hola.
- Bueno chicas, ¿ a donde queréis ir?
- De compras, ¿hay algún centro comercial por aquí?
- Pues si pero no es como los de las grandes ciudades, esto es un pueblo pequeño
- Mientras se pueda comprar no pasa nada.
- Claro como que la que paga soy yo ¿no?
- Tu no, Arco
- Bueno... vamos.
Nos subimos en el coche de Marta y seguimos las indicaciones de Mario. a los veinte minutos llegamos a un edificio grande en el que había varios establecimientos.

Marta entró en todos los puestos corriendo, en el último chocó contra una mujer y se cayó al suelo dándose un culazo. mientras pedía disculpas no levantó la cabeza por lo que no pudo saber a quién había empujado pero yo sí, la chica era Camila.
cuando Marta levantó la cabeza y la vio abrió los ojos como platos.
- ¿qué hace usted aquí?
- Vivo aquí ¿y ustedes?
- Nosotros también desde hace varias semanas.
- Y cual es vuestra opinión del pueblo.
- Pues es bastante...- dijo Maya
- Soso- dijo Marta
- ¡Marta!
- ¿Qué? es verdad solo hemos visto a Mario desde que llegamos. Este pueblo esta como muerto.
- Ya lo que pasa es que a eso de las cinco la gente se va a casa- dijo Mario- sobre todo los fines de semana.
- ¿Y eso? ¿Es que tienen miedo a algo?
- Si, bueno en parte es por eso- dijo Camila.
- Pero ¿miedo de quién?
- Mejor di miedo a qué.- dijo Mario
- Tienen miedo al lobo-dijo Camila.
- Al lobo... pero ¿No se supone que salva a la gente?
- Si bueno, hay gente que lo afirma pero últimamente el lobo se lleva a la gente.- dijo Camila.
- ¿y que hace con ellos?- preguntó Maya.
- No se vuelve a saber nada de ellos así que creemos que los mata.-dijo Camila.
- Y yo que pensaba que ya no me iba a enfrentar a nada raro de nuevo.- susurro Maya.
-Todavía quedan cosas raras a las que enfrentarte en tu vida Prinssesen min.
-¿que has dicho Maya?- preguntó Marta.
- ¿qué?, no nada.
- A mi no me engañas has dicho algo lo he oído.
- Entonces porque me preguntas que dije.
- Porque no lo oí, solo te oí hablar.
- Ya vale anda, además ¿no habíamos venido de compras?
-¡es cierto! no nos va a quedar nada.
- Marta, los estantes están llenos.
- Son las rebajas dentro de nada ya no habrá nada.
- ¿y tu como sabes eso?
- Tengo ojos en la cara ¿sabes?- dijo señalando un cartel enorme en el que ponía en Mayúsculas REBAJAS.
- Ahora lo entiendo todo. No te gustarán las matemáticas o la historia pero para esto de las compras tienes un sexto sentido.
Estuvieron hablando hasta que el reloj del centro comercial dio las siete, entraron en unas cuantas tiendas y salieron a las nueve después de tomar un bocadillo cargados de bolsas.
-¡Qué bien me siento después de una tarde de chicas!- dijo Marta
-Ejem- dijo Mario
-Ups, tarde mixta perdona.
-Será mejor que os acompañe a vuestra casa, ya es tarde.
-Aún es muy temprano, solo son las nueve, ¿por que no damos un paseo por el parque?- Dijo Marta.
-Ni hablar ya sabéis lo que hace el lobo, os levaré a casa, no quiero tener que veros mañana en el periódico.
- ¿por qué íbamos a salir en el periódico?
-Noticia de última hora, dos chicas fueron encontradas muertas a manos del lobo.
- Oh vamos exageras, además ¿no decías que se los llevaba?- Bueno pues dos chicas desaparecen misteriosamente.
- Mario gracias por acompañarnos pero en serio no vamos a ir a casa.
- Como queráis, dejadme en la mía y luego haced lo que queráis.
- Esta bien.
Las chicas llevan a Mario a su casa, este antes de entrar por la puerta les dice:
- Deberíais cambiar de opinión e ir a casa por vuestro bien.
-Eso es una amenaza ¿no lo sabías?
- yo no amenazo yo aconsejo.
- Lo que sea, no te vamos a hacer caso.
Mario entra en su casa y se hace un silencio incomodo. de repente se oye un aullido que las hizo estremecerse.
- Umm, ¿Qué te parece si lo dejamos para otra ocasión?
- Si, será lo mejor vayámonos a casa.

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